Previo al lanzamiento final de Star Wars Battlefront II (ya es jugable en Xbox One y PC vía EA Acces) para diversas plataformas, el juego ya está resintiendo el clamor de la gente en contra del pay-to-win; miles de jugadores han expresado su descontento con esta política de EA y la imagen del juego sufre como nunca antes.
Gamers dejan sentir su ira a EA.
Un ejemplo de la impopularidad de esta medida es el Metascore de Metacritic del juego. Si bien Battlefront II tiene un score de 79 contra 73 de su predecesor, los reviews de los usuarios han dejado sentir el horror a Electronic Arts. Miles de usuarios han inundado el sitio de reviews quejándose enérgicamente contra la inclusión de loot boxes y microtransacciones.
El juego cuenta actualmente con la deprimente puntuación de 1.0 de 10 posibles por parte de los usuarios, esto es aún menor al 1.5 que registró horas antes. Como mencionamos en el párrafo anterior, el odio tan desmesurado viene de la inclusión de microtransacciones al juego. Los usuarios se han expresado de todas las formas posibles, incluso, a través de insultos que rayan en lo descarado.
Una auténtica película de miedo para EA/DICE.
Un recordatorio de lo que no se debe hacer.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos reviews no son un indicativo real de la calidad del juego, más sí hacen ver a Electronic Arts el descontento de la gente con estas modalidades para tener mejoras in-game. Claro que, esta respuesta por parte de la gente, es un recordatorio al resto de grandes estudios como Activision y Ubisoft de qué no deben de hacer. EA por su parte, se encuentra sumida en un infierno en los medios mientras la crítica consume a su más reciente lanzamiento.
La respuesta del estudio a cargo del desarrollo del juego, DICE, respondió bajando los precios de todos los juegos, sin embargo, y como es evidente, de nada sirvió. Los desarrolladores aseguran que seguirán enriqueciendo el juego a través de la retroalimentación de sus jugadores, sin embargo, lo evidente aquí es una cosa y eso es el desinterés de EA por escuchar a sus jugadores y eso le puede salir caro, muy caro.
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